ETA. UNO DE LOS ASESINOS DE LLUCH: "NI OLVIDAMOS NI OLVIDAREMOS QUE FUE UN MINISTRO DEL GAL"

- El caso ha quedado visto para sentencia con una petición dle fiscal de 54 años para los tres acusados.

MADRID
SERVIMEDIA

Fernando García Jodra, uno de los tres presuntos asesinos del ex ministro socialista Ernest Lluch dijo hoy, en la segunda y última sesión del juicio que se sigue contra él y cntra dos presuntos terroristas más en la Audiencia Nacional, que "ni olvidamos ni olvidaremos que Lluch fue un ministro del GAL", intentando justificar así su asesinato por parte de la banda terrorista.

Pese a las peticiones del presidente del tribunal, Jorge Campos, de que no atacase el honor de una persona fallecida, y pese a que el fiscal solicita 54 años de cárcel para él por matar supuestamente a LLuch, García Jodra aprovechó su derecho a última palabra para mostrar su apoyo a ETA y para justificr, como ya hiciera en la sesión de ayer, el asesinato del ex ministro.

Al igual que García Jodra, sus dos compañeros de banquillo, José Ignacio Cruchaga y Lierni Armendáriz, también quisieron aprovechar la última palabra para emitir un pequeño discurso en favor de ETA. Sin embargo, el presidente del Tribunal no lo permitió y expulsó de la Sala a Armendáriz.

En la sesión de hoy, declararon como testigos los miembros de la fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado que participaron en la detención d los tres presuntos terroristas. Además, se llevaron a cabo las pruebas pericial y documental.

"ME HAS PILLADO DESPREVENIDO"

Así, uno de los dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona que detuvo a Cruchaga y Armendáriz señaló que el primer indicio que les llevó a la interceptación de ambos fue que la matrícula trasera del coche en el que se desplazaban estaba "un poco torcida".

Tras percatarse de que, además, la cerradura del coche estaba forzada y la puerta mal cerrada, avisaron al conducto (Cruchaga) quien no fue capaz de encontrar la maneta para abrir la puerta. Estos hechos levantaron las sospechas de los agentes que pararon el Renault-19 robado que conducía Cruchaga. Una vez que le pidieron el DNI y la documentación del coche al conducto, éste trató de sacar una pistola que llevaba en la cintura, lo que no logró.

Encañonado por un agente, Cruchaga reconoció que era miembro de la banda terrorista ETA. El guardia le preguntó si pertenecía al comando Barcelona, a lo que de nuevo responió afirmativamente. El agente preguntó al etarra la razón por la que no le había matado, como a su compañero Juan Miguel Gervilla, a lo que constestó "porque no me ha dado tiempo; me has pillado desprevenido".

Mientras, la otra agente se encargaba de esposar a Armendariz, quien estaba escuchando a través de un transistor las frecuencias de la Policía y de la Guardia Urbana. Preguntada por si el coche llevaba explosivos, la presunta etarra reconoció que estaba cargado con 15 kilos de tytadine. Además, n su bolsillo llevaba un detonador.

En el momento de la detención, tanto Cruchaga como Armendáriz dijeron que eran miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No obstante, los agentes desonfiaron porque no tenían la documentación que les acreditase como tal.

Finalmente, el fiscal elevó sus conclusiones a definitivas y mantuvo la petición de 54 años de cárcel para los tres acusados, con lo que el juicio quedó visto para sentencia.

(SERVIMEDIA)
04 Jul 2002
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