Según el escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía de la Audiencia Nacional considera probado que en 1985 López Riaño era miembro del "comando Oker" de ETA, junto con José Angel Aguirre Aguirre y Ramón Zapiraín Tellechea, ya condenados por estos hechos en 1986.

Para poder perpetrar el atentado, los tres miembros del "comando Oker" decidieron, el 22 de febrero de 1985, robar un cocheen un descampado frecuentado habitualmente por parejas. Así, a la voz de "somos de ETA, salid del coche" y empuñando una pistola, maniataron a dos parejas, a una de las cuales le robaron el vehículo.

Tras esta operación, fueron en busca de Facal, pero como no le vieron, decidieron aplazar el asesinato para otro día y abandonar el coche sustraído.

Dos días después robaron una moto a Enrique Garmendia Pizarro, a quien se quedó vigilando un cuarto miembro del comando, mientras los otros tres ejecutaan los planes previstos. Alrededor de las 19,30 horas, Aguirre, con el fin de cubrir a Zapiraín y López Riaño, se quedó en las proximidades del lugar donde previsiblemente se encontraría Facal.

Por su parte, Zapiraín y "La Tigresa" se desplazaron en la moto a la puerta del bar Náutico de la citada localidad guipuzcoana. "Inmediatamente detuvieron la Vespa, bajó de ella la procesada Idoia López Riaño y con una pistola que portaba, a muy corta distancia y de forma súbita, realizó un disparo sobre la cabza de José Manuel Facal Soto, produciéndole tan gravísimas lesiones que determinaron su muerte instantánea", dice el fiscal.

Para la Fiscalía de la Audiencia Nacional, los hechos descritos son constitutivos de un delito de asesinato y de otros más de los que no puede acusar a Idoia López Riaño, a la que sólo puede perseguir por el citado crimen.

Así, el departamento dirigido por Eduardo Fungairiño solicita que Idoia López Riaño sea condenada a un total de 27 años de cárcel y que indemnice a la failia de Facal Soto con 180.304 euros.