"En ETA saben que les cuesta lo mismo asesinr a uno que a cien" ----------------------------------------------------------------
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Ana María Vidal-Abarca, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) dijo hoy, en una entrevista concedida a Servimedia, ser partidaria de reducir las penas a los etarras relacionados con delitos de sangre "por el bien de todos los españoles" y para que "nadie vuelva a ufrir el trauma de la violencia terrorista".
Sin embargo, Vidal-Abarca, natural de Vitoria y viuda del comandante de caballería Jesús María Velasco, asesinado por ETA en 1980, consideró que "no se dan las circunstancias propicias para que esto sea posible porque la banda terrorista no tiene una disposición positiva a dejar las armas".
"Existen etarras reinsertados", afirmó, "que no sólo no cumplen sus deberes civiles respecto a las indemnizaciones sino que además afirman no arrepentirse de su etaa violenta".
En clara alusión al activista de ETA Manuel Azcárate, puesto en libertad condicional por una afección de esófago incurable, insistió en que "no se puede consentir que se den casos de este tipo, de poner en libertad a un señor que nada más salir de la cárcel dice que no se arrepiente de nada".
Para la presidenta de la AVT, es "urgente" la aprobación del nuevo código penal, que "desarrolle las referencias a la apología y endurezca las condenas por terrorismo".
"La reducción de pens es factible", añadió, "pero lo que no puede ser es que cierta gente se vaya de rositas y en ETA se dé el cuento de nunca acabar. Ellos saben que en este momento les cuesta lo mismo un asesinato que cien; a un etarra juzgado por un asesinato probado, el máximo de pena son treinta años, mate a uno o a cincuenta".
JUSTICIA CIEGA, SORDA Y MUDA
Para Ana María Vidal-Abarca, la justicia "debe ser no sólo ciega, sino sorda y muda, pero con todos por igual y no condenar a algunos con tres años, como al arcpreste de Irún, y a otros con seis".
Sobre las actividades de la asociación, Vidal-Abarca se mostró "muy satisfecha" del apoyo económico de los ciudadanos a la AVT durante 1992, así como por la concesión de pensiones por el Gobierno para viudas de víctimas, por valor del doble del salario mínimo interprofesional, aunque matizó que el Ejecutivo "todavía puede hacer más".
Las prioridades de la AVT en 1993, según su presidenta, serán personarse como acusación particular en todos los sumarios relacioados con el terrorismo (actualmente, actúan en más cien casos) y conseguir cobertura para todas las víctimas del terrorismo sin medios económicos.
(SERVIMEDIA)
09 Ene 1993
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