El dirigente socialista vasco, que no obstante reiteró el apoyo de su formación a la política global contra ETA del Gobierno, lamentó que las modificaciones realizadas por Mayo Oreja en materia de tratamiento de presos etarras no ha logrado el consenso necesario entre las fuerzas políticas, lo que a su juicio hubiera sido posible tras el asesinato de Blanco si se hubiera apostado por la continuidad.

Redondo Terreros aclaró que el PSOE "no impulsó la política penitenciaria actual que se está sometiendo a discusión. Nuestra política penitenciaria", explicó, "se basaba en dos pilares, uno es verdad que era el alejamiento de determinados presos y otra, que ha desaparecido y erapiedra angular de nuestra política penitenciaria, era la reinserción, y había una especie de coherencia entre dos estrategias que nos parecían fundamentales".

Para el socialista vizcaíno, aquella fue una estrategia "que tenía que madurar y estoy convencido que en estas circunstancias, tras el asesinato de Blanco, y con el movimiento (de rechazo) que hay en las cárceles, esta política en la que todos coincidíamos, el PNV también, hubiera tenido éxito y desde luego no hubiera creado conflictos".