Para Gil Lázaro, "la actitud del ministro francés debe motivar el reconocimiento y el aplauso de todos los emócratas españoles por cuanto supone una muy importante llamada de atención a la comunidad internacional sobre lo que representa la acción criminal de la banda terrorista ETA".

Gil Lázaro consideró que esta manifestación de Debré "se inscribe en la declaración de intenciones expresada por el ministro francés en el transcurso de sus primeros encuentros con Mayor Oreja, cuando afirmó que la cooperación francesa en la lucha contra ETA sería ejemplar".

"La coherencia", agregó, "entre esa declaracióninicial y lo que han sido las sucesivas actuaciones del Gobierno galo es evidente e incontrovertible y ha tenido nueva acreditación en el Cumbre del G-7".

Para Gil Lázaro "esta predisposición francesa debe entenderse como la consecuencia natural de lo que es la normal relación bilateral entre dos países vecinos y que además son parte del proyecto común de la Unión Europea, pero no por ello se puede dejar de reconocer públicamente lo que significa que el señor Debré pusiera sobre la mesa del G-7 la conideración del papel de ETA en el elenco del terrorismo".