De acuerdo con las fuentes informantes, la mayoría de los empresarios afectados recibieron las amenazas durante los últimos días de agosto y primeros de este mes. Todos ellos ya fueron conminados por ETA a satisfacer el "impuesto" en anteriores campañas de extorsión lanzadas este mismo año.

En las misivas, ETA eleva la suma de dinero reclamada desde los cinco millones de pesetas, que exigía como mínimo en anteriores cartas, a una cantidad que oscila entre esa cifra y los 10 milloes.

Las fuentes informantes subrayaron el hecho de que el contenido de las nuevas misivas es "más agresivo" con respecto a los empresarios afectados, sus familias e intereses personales. Esta circunstancia se explicaría en el malestar de ETA porque los destinatarios no satisfacieron el dinero demandado en su momento.