En sus primeras declaraciones a un medio de comunicación español tras el atentado que segó la vida de su esposo, Concha Martín explicó que "nosotros siempre hemos convivido con el miedo del terrorismo. Todas las familias militares de cualquier estamento, policía, guardia civil, periodistas, viven con la sombra ésa que puede estar ahí".

Martín señaló que su marido "no vivía asustado". Explicó, al respecto, que "ellos (los militares) no nos cuentan nada a las mujeres. Reciben consignas que les dan sus mndos. Yo en el despacho de Pedro le veía alguna nota donde le decían: cambie de sitio, tome precauciones, pero no le insistía".

"Ellos", prosiguió, "son hombres primero, luego son militares y luego padres de familia. Entonces, estratifican así sus sentimientos. Como militares, callaban. Como compañeros, se condolían y se revolvían pero como eran padres, tenían que callar en la mesa y no decir lo que se les ocurriera".

Preguntada por la negativa a condenar el atentado por parte de algunos sectoressociales y políticos, Concha Martín aseveró que "eso no duele. A mí no me duele que ellos no tomaran importancia de la muerte personal que habíamos sufrido nosotros, pero creo que ya no convencen a nadie con esas palabras. No condenar es absurdo, es dejar de ser una persona humana".

En relación con la respuesta ciudadana habida contra el atentado, y en particular la manifestación del pasado domingo en Madrid, indicó que pone de manifiesto que "la mayoría de las personas de este país, sean de donde sea, están a favor de la bondad y en contra del asesinato".

"Nadie justifica una atrocidad. Aquí hay que hacer una puntualización: no es lo mismo violencia que criminalidad y asesinato. Asesinar y tirar una bomba contra un local comercial o contra una casa no es violencia, eso es asesinato. Violencia es pegar a un vecino que te moja el trastero, pero lo otro es asesinar", agregó.

La viuda del teniente coronel Blanco explicó que, respecto a sus hijos, "les he hablado con absoluta sinceridad". Relató ue sus dos hijos "están envueltos todavía en una nube (...) pero están tranquilos, porque me ven a mí que trato las cosas con tranquilidad, con sinceridad".

Por último, Concha Martín comentó que su marido "era un gran profesional que vivía para su trabajo". Opinó que "absurdamente le impidieron llegar a ser general, que era su objetivo, y le convirtieron en héroe de una forma absurda".