El general fue tiroteado a a la salida de su casa, a las ocho y mdia de la mañana, por dos terroristas, un hombre y una mujer, que le dispararon a quemarropa, produciéndole heridas en la cabeza, cuello y tórax. Aunque se le trasladó urgentemente al Hospital Gregorio Marañón, ingresó ya cadáver.

Los terroristas huyeron en un coche de la marca Volkswagen, que posteriormente hicieron explosionar como coche bomba, en una calle próxima, según explicaron a Servimedia fuentes de la Jefatura Superior de Policía. La explosión no causó daños personales, debido a que la zona a había sido acordonada.

El militar asesinado vestía de paisano en el momento de ser tiroteado y viajaba habitualmente en un coche camuflado y blindado, razón por la que el ministro de Defensa, Julián García Vargas, expresó el temor de que la banda terrorista disponga de información sobre los movimientos de altos mandos del Ejército.

El general se ocupaba desde 1991 de la Subdirección de Centros y Servicios del Ministerio de Defensa, un trabajo eminentemente organizativo y de administración.

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, manifestó en París, donde acudió a entrevistarse con el titular de Interior galo, Charles Pasqua, que los ciudadanos no deben acostumbrarse a la violencia, sino preservar "la capacidad moral de reaccionar con verdadera indignación profunda frente a este tipo de acontecimientos".

A su juicio, "lo esencial es que el conjunto de los ciudadanos recuperen la convicción de que nuestro primer problema sigue siendo la lucha contra el terrorismo y que e conjunto de ciudadanos y de responsables políticos no perdamos nunca ese orden de valores".

La última vez que la banda terrorista ETA había matado a un general del Ejército fue el 19 de octubre del año pasado, cuando acabaron con la vida del general del Aire Dionisio Herrero Albiñana, de 63 años, en un atentado ocurrido también en Madrid.