Tras recibirse dos llamadas de aviso anunciando la colocación del coche-bomba, especialistas de las Fuerzas de Seguridad consiguieron desactivarlo poco antes de las 9 de la mañana del domingo. El vehículo, un Peugeot robado en Francia, contenía dos ollas llenas de explosivos.

Las llamadas de aviso se recibieron poco antes de las 3 de la madrugada en la Delegación del Gobierno en Andalucía y en la Asociación de Ayuda en Carretera de Guipúzcoa y desde entonces los expertos en desactvación de explosivos del Cuerpo Nacional de Policía estuvieron trabajando durante casi seis horas hasta que consiguieron neutralizar la carga explosiva.

Según el delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, el hecho de que el coche hubiera sido robado en Toulouse (Francia) el 14 de diciembre parece indicar que el comando que actuó en Sevilla se trasladó expresamente desde Francia para cometer el atentado y que no se trata de un nuevo "comando Andalucía".

El coche estaba colocado en la inmediaciones de la estación de Santa Justa, de la Tesorería de la Seguridad Social y del Hotel Occidental, cuyos clientes fueron desalojados tras recibirse las llamadas telefónicas que anunciaban la colocación del vehículo.