ETA. IMAZ RECHAZA LA PARTICIPACIÓN DE ETA EN EL NUEVO DISEÑO DE RELACIÓN ENTRE ESPAÑA Y EL PAÍS VASCO

- Reconoce que el PNV confundió objetivos políticos y consecución de la paz en el pasado y afirma que los partidos "no lo hemos echo bien" con las víctimas del terrorismo

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, afirmó hoy tajantemente que los objetivos políticos del nacionalismo vasco deben estar siempre separados de la negociación para conseguir el fin de la violencia, descartando así la posible participación de ETA en el diseño de un nuevo modelo territorial y de relaciones entre el Estado y el País Vasco.

Imaz hizo estas declaraciones antes de conocer la existencia de un comunicado de la bana terrorista ETA en el que se anuncia una tregua limitada a Cataluña.

En su primera visita a Madrid tras su elección como presidente del PNV, Imaz se reafirmó en la defensa del "plan Ibarretxe" como referente válido y como base de una futura negociación política, que los nacionalistas vascos quieren abordar de manera "abierta y flexible" para establecer un nuevo encaje de Euskadi y España.

En su intervención en el "Forum Europa" hizo un reconocimiento expreso de lo que consideró errores del nacioalismo. El primero y de mayor calado político consistió en haber confundido en etapas anteriores la consecución de la paz con sus objetivos políticos. De una manera velada este reconocimiento supone una crítica implícita al Pacto de Lizarra que estableció ese vínculo entre el PNV y las formaciones radicales que daban sustento a ETA.

"La negociación política sobre el futuro y el estatus de la sociedad vasca", dijo, "no puede estar sometida a la negociación política con un grupo terrorista. No estoy disuesto a que el futuro de mis hijos sea decidido por un encapuchado y una metralleta".

Por tanto, el sucesor de Xabier Arzalluz al frente del PNV separa absolutamente lo que debe ser la actuación política para dar cabida a las aspiraciones de autogobierno de la sociedad vasca y que tiene que resolverse con el diálogo "abierto y flexible", aunque no partiendo "desde cero", y los pasos dirigidos a terminar con el terrorismo.

En ese terreno también defendió el recurso al diálogo porque, "hasta en la eores guerras tiene que haber tomas de temperatura" y en la actual situación "si hay que bajar al infierno a hablar con el diablo también habrá que hacerlo".

SOCAVAR LAS BASES DE ETA

De igual modo defendió la lucha policial contra ETA y se mostró convencido de que la banda acabará dejando las armas porque "el rechazo y el asqueo" que provoca en la sociedad vasca es "elevadísimo, creciente y esperanzador". Pero insistió en que sólo la lucha policial no logrará el fin del terrorismo y en que es necesaio ir reduciendo "las bases sociológicas" sobre las que se sustenta ETA.

Aseguró, en todo caso, que el cese de los atentados es condición necesaria para que los vascos "podamos decidir en paz y en libertad", ya que la actuación de ETA contribuye a que los vascos "visualicen" que "el mayor obstáculo para que los vascos decidamos nuestro futuro en libertad es precisamente la existencia de ETA".

Imaz hizo, además, un reconocimiento expreso a la falta de libertad en la que viven miles de personas ameazadas en el Pais Vasco y afirmó que los partidos "no lo hemos hecho bien" con ellos. En este sentido, dijo que ningún partido político prestó atención a las víctimas hasta el año 1998 y defendió que la solución estas situaciones sea una "prioridad" política.

"No puede haber naciones libres sin personas libres y esta es una situación que ni se puede ni se debe ocultar y la tolerancia debe ser cero". Por ello propuso al resto de partidos "corregir situaciones del pasado", superar la situación de "olvid" en que han estado y abordar el problema "desde el consenso, desde los acuerdos y evitando la utilización partidista".

En relación a las próximas elecciones generales, Imaz no quiso pronunciarse sobre sus preferencias políticas entre el candidato popular, Mariano Rajoy, y el socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. "Gobierne quien gobierne", aseguró, su oferta de "mano tentida" y diálogo para reconducir la situación de Euskadi hacia una "democracia cívica" y un nuevo "encaje" en el Estado y en Europ, será la misma.

Lo que sí dijo es que José María Aznar deja una herencia "desoladora" y aunque reconoció que el nuevo candidato del PP tendrá su propia personalidad, indicó que la política que defiende es continuista. En relación al PSOE, advirtió que hoy por hoy el gobierno vasco "es el que es" y tiene estabilidad.

(SERVIMEDIA)
18 Feb 2004
SGR