Según el escrito de conclusiones provisionales, Eduardo Fungairiño considera probado que Idoia López Riaño formaba parte del "comando Madrid" en marzo de 1986, junto con Juan Manuel Soares Gamboa, José Ignacio de Juana Chaos, Antonio Troitiño, Inés del Río Prada y Esteban Esteban Nieto, ya condenado por estos hechos. Los seis miembros del "comando Madrid" decidieron acabar con la vida de los guardias civiles encargados de la custodia de edificios públicos que cada mañana circulaban en un vehículo de la Benemérita por la madrileña calle Juan Bravo, para hacer el relevo.

Así, López Riaño y los otros cinco miembros del "comando Madrid" confeccionaron un artefacto explosivo compuesto de 14 kilos de Goma-2, otros dos de amonal y 47 de metralla, y lo colocaron en el maletero de un Seat 123 con las matrículas falsas. espués estacionaron el coche en la confluencia de las calles Juan Bravo y Príncipe de Vergara.

Al día siguiente, 25 de abril, Idoia López Riaño espera en un coche, junto con otros miembros del comando, a Troitiño, el encargado de activar el coche-bomba al paso del vehículo de la Guardia Civil, lo que ocurrió a las 7,30 horas.

La deflagración acabó con la vida de cinco guardias civiles, hirió a otros 4, así como a siete civiles. Además, la explosión causó cuantiosos daños materiales en los vehículs cercanos y en las propiedades colindantes.

Para el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, los hechos descritos son constitutivos de 16 delitos de asesinato, cinco consumados y once frustrados.

Fungairiño considera que López Riaño es responsable de todos ellos, por lo que solicita un total de 425 años de cárcel (30 por cada delito de asesinato consumado y 25 por cada uno de los frustrados).