Fuentes de la Bolsa bilbaína informaron a Servimedia de que los trabajadores no han aportado a la Ertzaintza datos sobre posibles individuos sospechosos o descripciones físicas que pudieran llevar a la captura de los terroristas.

Las fuentes consultadas explicaron que no es extraño que el prsonal de la institución no haya aportado pruebas, ya que la zona en la que se colocó la bomba es de libre acceso y cuenta con un trasiego constante de personas que entran y salen.

Esta circunstancia, unida al hecho de que la entrada al edificio se encuentra custodiada sólo por un conserje, permitió que los etarras depositaran los explosivos en los servicios sin despertar sospechas.

Por otra parte, la dirección de la Bolsa de Bilbao estudiará la forma de reforzar su seguridad tras este atentado, unque sin adoptar iniciativas que dificulten la actividad financiera.

Una de las posibles mejoras podría ser que las cámaras de seguridad que controlan la entrada del edificio, que sólo están activas por la noche, estuviesen también en funcionamiento durante todo el día.

El artefacto colocado ayer por ETA en la Bolsa bilbaína estaba compuesto por el explosivo denominado cloratita y reforzado con dinamita "titadyne". El hecho de que la bomba estuviese situada a escasos metros de un depósito de gasil, supone que, de haber estallado, habría causado graves daños en el inmueble.