Errasti no duda de la autenticidad de las misivas extorsionadoras, "puesto que ha habido un pasado en el cual esto ha sido bastante ormal, general o frecuente".

Errasti indicó a Radio Nacional que estas nuevas cartas de ETA hay que interpretarlas como "un intento residual de mantener la tensión, la cuerda tensa".

"Ojalá el movimiento general fuese de otra naturaleza, pero eso es muy difícil de saber desde fuera y naturalmente serían los propios generadores de terror los que tengan la clave", dijo.