Según recoge la sentencia, el tribunal considera a ambos procesadosautores de los delitos de terrorismo, robo y falsificación de placas de matrícula y les condena además a indemnizar con cerca de 100 millones de pesetas a los afectados por la explosión de un coche-bomba elaborado con un vehículo aportado por los condenados.

Según la Sala, Rodríguez Cordero y Zabala Erasun mantenían relación con grupos de ETA y siguiendo órdenes de personas no identificadas de la organización terrorista, en la noche del 25 al 26 de octubre de 1990 sustrajeron en la localidad de San Seastián un vehículo marca "Ford Fiesta", propiedad de Emiliano Elola, cuando se encontraba aparcado y cerrado en una calle.

El tribunal afirma que una vez que el vehículo estuvo en poder de los acusados, cambiaron las placas de matrículas originales por otras falsas y cargaron el vehículo con material explosivo.

Posteriormente, y en fecha no determinada, lo entregaron a miembros del 'comando Madrid' con pleno conocimiento de que los terroristas utilizarían ese vehículo en una acción violenta mediate el sistema de coche-bomba, según el fallo.

Los miembros del 'comando Madrid' colocaron el vehículo en la calle Torreclara esquina con Federico Salmón, en las cercanías de la sede de la empresa Construcciones y Contratas de Madrid.

El coche-bomba hizo explosión, causando desperfectos por valor aproximado de unos 100 millones de pesetas, de los que 63.400.000 pesetas corresponden a daños en la sede de la empresa; 1.800.000 pesetas, en un edificio del Ministerio de Cultura; 16.000.000 en Ferrovia y 18.000.000 en Fimesa, entre otros.