"Hay una situación de coacción continua y permanente, que es uno de los efectos de esta situación de falta de libertades, de incomodidad para expresar las propias ideas que estamos sufriendo aquí".

Vicaino destacó la responsabilidad de los empresarios "y, fundamentalmente, el deseo de no abandonar nuestra tierra y nuestro país en manos de los radicales y, en definitiva, de los terroristas. Pero hay que ser conscientes de que eso tiene un límite y, quizá, ésta es nuestra preocupación: la sensación un poco de desorientación y de incertidumbre que tenemos".

A este respecto, Vizcaino dijo que en el País Vasco falta "un liderazgo que nos ilumine", ya que hace diez años había incluso más extorsión y aseinatos, pero "teníamos una ilusión, se estaba construyendo entre todos un país nuevo, había una administración vasca y había también instituciones empresariales, sindicales y culturales que se estaban dinamizando y poniendo en marcha".

Respecto a la radicalización del mensaje político del PNV, opinó que, "evidentemente, en los últimos años ha habido un cambio hacia una radicalización que, siendo como es respetable, quizá no es el momento más adecuado, cuando estamos sufriendo el terrorismo, esa falta e libertades para plantear aspiraciones, que pueden tener cabida perfecta, pero que no es el momento oportuno de plantearlas".