En este sentido, aseguró que no ve la necesidad de un foro distinto y avanzó que los socialistas no irán a ningún foro a discutir políticamente con aluien que crea que la violencia es un instrumento aceptable para conseguir sus objetivos.

"En política", explicó durante una rueda de prensa celebrada en la sede del PSOE, "hay una línea divisoria muy clara que pasa por el rechazo a la violencia. Hay quienes creen que la violencia puede ser usada para conseguir sus objetivos, la usan o la aplauden cuando la usan otros, y otros que rechazan la violencia y que apelan únicamente al poder de la palabra, de la razón y de los votos. Y hay que saber de qué lao de la línea se está. Los que están al lado de utilizar la violencia o aplaudir a quien la usa tienen un nombre, se llaman fascistas; los que rechazan la violencia se llaman demócratas".

En este sentido, agregó que "nadie que se reclame de los valores de la democracia puede andar un milímetro con aquellos que aplauden el uso de la violencia o la consideran legítima para conseguir sus fines, y no hago distinciones entre violencias de alta intensidad o de baja intensidad".

Tras reiterar que ahora en el País Vasco no matan pero no dejan vivir", frase con la que ayer describió la actual actuación del entorno etarra, Borrell dijo en nombre de los socialistas: "Nosotros queremos una sociedad en la que la gente pueda vivir en paz, es decir, en libertad y en tranquilidad. Con quienes no condenen y rechacen la violencia no hay diálogo posible, y cada cual debe escoger dónde está".

Borrell reiteró que quizá sea conveniente un encuentro con José María Aznar, en función de los acontecimientos, pero no qisó desvelar si ha solicitado formalmente esa reunión, "por cortesía" con el presidente del Gobierno.

IZQUIERDA UNIDA

Respecto a la presencia de Izquierda Unida en el Pacto de Lizarra, Borrell aseguró que no entiende cómo un partido progresista que reclama los valores de la izquierda puede andar ni un solo milímetro al lado de quienes creen que la violencia física, cualquiera que sea su intensidad, es algo que puede ser utilizado para conseguir cualquier fin. "Sigo sin entender qué hace IU en Lizarr", afirmó.

No obstante, se mostró a favor de la unidad de la izquierda y de buscar la unidad de los ciudadanos que defienden los valores progresistas.

"Creo", añadió, "que los ciudadanos no nos van a perdonar que haya municipios y comunidades autónomas que pudiendo tras las elecciones estar gobernadas por la izquierda, estén gobernadas por la derecha, como está ocurriendo ahora".

"Eso no puede volver a ocurrir", dijo, antes de propugnar la necesidad de alcanzar los acuerdos que sean necesaris, totales o parciales, para desbancar a la derecha del poder.