Anunció también que en ese proceso no habrá intermediarios, aunque se negó a identificar a la persona o personas que llevarán los contactos n nombre del Ejecutivo, por considerar que aún no es tiempo de ofrecer esa información.

Aznar dijo, en el curso de una rueda de prensa con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, que en su política no habrá "atajos" ni "doble lenguaje", y aseguró que todos los ciudadanos españoles conocerán puntualmente los pasos que dé el Gobierno para conseguir la paz.

Advirtió, sin embargo, que eso no es incompatible con la discreción que debe presidir el proceso de diálogo, si este llea a prodiucirse, por lo que pidió comprensión y colaboración a los medios de comunicación para que no pongan en peligro la oportunidad de paz en Euskadi que se abrió con la tregua de ETA.

El jefe de Gabinete insistió en que el mantenimiento del consenso con el resto de las fuerzas políticas será un principio básico de su actuación, pero rechazó las críticas del PSOE, que le reprochó ayer no contar con los partidos democráticos para tomar la decisión de iniciar los contactos con el entorno de la banda errorista.

Según dijo, "el Gobierno tiene responsabilidades intransferibles y otras compartidas, y hay que distinguir entre unas y otras", y la decisión de dar por iniciado el proceso de contatos es una de las que dependen exclusivamente del jefe del Gobierno.

Pretendió evitar posibles recelos del primer partido de la oposición, al que indicó que "si no ha habido atajos, no los va a haber ahora, y si no hubo medallas antes, no las va a haber ahora".

En este sentido, dijo a la oposición que pede estar "tranquila" porque será puntualmente informada de todos los pasos que dé el Gobierno.

No quiso avanzar ni el calendario de contactos ni el catálogo de asuntos susceptibles de ser tratados con los terroristas, y declaró que la actitud del Ejecutivo en estos momentos es de espera. "El Gobierno aguarda" ahora el próximo movimiento de ETA.

Aznar defendió que su política respecto a la violencia en Euskadi ha sido siempre "coherente" y que su decisión de abrir una vía de diálogo era deseada pr la sociedad española, a la que ha mandado un mensaje "muy claro" que garantiza además que no habrá ningún intérprete ni ningún intermediario en la resolución del conflicto vasco.

Por su parte, Arafat alabó el "valor" de Aznar por haber sabido conducir la situación hacia la paz y por propiciar la resolución de un conflicto que será una "buena noticia para el pueblo español y para todos los pueblos del mundo".