Durante una rueda de prensa conjunta en La Moncloa con el primer ministro irlandés, Bertie Ahren, Aznar atribuyó a esta información una gravedad "extraordinaria", que debería conllevar la salida inmediata de Carod-Rovira del Gobierno catalán.

"No me parece una anécdota ni una rareza, sino una toma de posición muy grave, que consiste en señalarle a una banda terrorista a quién puede matar y a quién no debe matar" afirmó Aznar.

"Eso es una falta de decencia y de dignidad de tal envergadura que, por afectar a la propia decencia y dignidad de las instituciones, exige la inmediata salida de la Generalitat de Cataluña de esta persona que se dedica a estas actividades", añadió.

Aznar exigió a Carod-Rovira que vaya a la Fiscalía "o al juez de guardia" a entregar todos los datos que puedan ser útiles en la lucha contra el terrorismo, como "quiénes le ayudaron a establecer ese contacto, cómo llegó a esa situación con quienes se entrevistó...". "Cada día y cada momento que pasa sin que lo haga agrava y aumenta la responsabilidad de este señor", añadió.

Recordó que hace año y medio "se habló de algo parecido", de contactos de Esquerra con el entorno de ETA, a los que el líder del PSOE, Rodríguez Zapatero, "quitó importancia". "Al parecer", dijo Aznar, "no había ningún problema con esos antecedentes para que se llegase a acuerdos en Cataluña y retratarse en el balcón de la Generalitat" el día de la toma de posesón de Pasqual Maragall.

El mismo partido y el mismo dirigente que ha tenido esos contactos con ETA, insistió Aznar, es el que ha firmado el acuerdo de Gobierno en Cataluña con los socialistas. "Con estos mimbres y con estos compañeros de viaje es con los que, al parecer, el señor Rodríguez Zapatero quiere gobernar España".

"Espero que rompa todo acuerdo que tenga con este señor y con ese partido, porque eso es lo que tiene que hacer y ésa es su responsabilidad", le instó Aznar.