Asimismo, asume el atentado perpetrado en diciembre del pasado año en las oficinas del Documento Nacional de Identidad del barrio donostiarra de Amara contra el olicía Isidro Artigas Agesta, que resultó herido de gravedad, y la colocación de sendos artefactos en el consulado español de Londres, donde no llegó a estallar, y en la estación de Renfe de San Sebastián.

En el comunicado, los responsables de la banda terrorista reconocen la que califica de "militancia ejemplar" de Bernardo Astiazarán, "Indio", que murió el pasado 5 de febrero cuando maniplulaba un artefacto explosivo en el interior de su vehículo.

Además, denuncia las "maniobras" iniciadas por l Gobierno "en torno a la negociación política" , así como la "intoxicación y maniplación" informativa que se raliza en algunas ocasiones, a su juicio, con objetivos políticos.

Según los dirigentes de ETA, "Vera, Asunción, Gurruchaga, Atuxta y compañía han diseñado en estrecha colaboración maniobras de distracción: cuando no ha sido suficiente el alboroto creado por las palabras de Arzalluz, han agredido de nuevo al colectivo de presos políticos vascos".

Tras afirmar que "como es habitual, cuandoempieza a hacerse palpable en la sociedad el hedor de las alcantarillas, el Estado utiliza los manuales de contrainsurgencia", considera que "existe el riesgo de que las constantes palizas, aislamientos y huelgas de hambre y sed del pasado año se vean superadas si atendemos a la repserión que se ha fortalecido en el primer mes y medio de este año".

Finalmente, los terroristas también critican al Partido Nacionalista Vasco del que dicen que "es muy grave la responsabilidad de los 'jelkides' del PNV en a estrategia diseñada contra los presos" y a Carlos Garaikoetxea, que "aparece también como un hombre poco honrado, pues no mueve un dedo para lograr la unión entre todos los 'abertzales' y además pone obstáculos y no demuestra nada de coherencia".