ETA ASESINA EN VIZCAYA A UN GUARDIA CIVIL MIENTRAS ESPERABA A QUE SU HIJO SALIESE DEL COLEGIO
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El guardia civil Ricardo Couso Ríos, de 38 años, fue asesinado hoy en la localidad de San Salvador del Valle, próxima a Baracaldo (Vizcaya), por varios individuos que le dispararo a bocajarro, cuando estaba en su coche esperando a que saliese del colegio su hijo pequeño, de 8 años.
El Gobierno Civil de la provincia responsabilizó del atentado al "Comando Vizcaya" de la banda terrorista ETA. El viernes pasado, un "talde" (facción) de este grupo, denominado "Matalaz", fue desarticulado por la policía.
Fuentes policiales apuntaron que los terroristas conocían perfectamente los movimientos del guardia y lo tenían "marcado" (controlado), según demuestra su forma de actuación yla seguridad con que perpetraron el asesinato.
Los hechos ocurrieron a las cinco de tarde, cuando Ricardo Couso tenía su vehículo aparcado a unos 50 metros de la entrada del colegio Franciscanas de Montpellier.
En ese momento, se le acercaron tres individuos jóvenes, que le tirotearon seis veces a corta distancia. El guardia civil falleció en el acto y su cadáver fue trasladado al Hospital Civil de Basurto. En el lugar de los hechos fueron hallados varios casquillos de 9 milímetros parabellum, muición habitualmente utilizada por ETA.
Los terroristas huyeron en un taxi que poco antes habían robado, a punta de pistola, en Baracaldo. Su propietario fue abandonado en una zona de monte agreste y el vehículo apareció hacia las seis de la tarde en Portugalete.
Couso Ríos era guardia segundo, nació en Santiago de Compostela, estaba casado y tenía dos hijos de 14 y 8 años. Llevaba 12 años viviendo en Euskadi y estaba destinado en el cuartel de Trápaga, situado en la margen izquierda de la ría de ilbao.
Nada más conocer el hecho, el Euskadi Buru Batzar, el máximo órgano del PNV, emitió un comunicado en el que señala que ETA asesina porque no sabe hacer otra cosa y que los terroristas sólo saben bailar al son que les marca "Artapalo".
23 MUERTOS
En lo que va de año, 23 personas han muerto a causa de atentados terroristas. Esta nueva acción ocurre un día después de que los artificieros del Cuerpo Nacional de Policía Andrés Muñoz Pérez y Valentín Martín Sánchez falleciesen en Madrid al estllarles el artefacto explosivo que manipulaban.
El paquete fue enviado desde Toledo a un almacén de la empresa Construcciones Atocha, relacionada con la industria Ramos Hidalgo, encargada de construir el tramo guipuzcoano de la autovía de Leizarán.
El diputado general de Guipúzcoa, Imanol Murua, condenó hoy el atentado de ayer y dijo que "la responsabilidad criminal del hecho corresponde a quienes confeccionaron y pusieron en circulación el explosivo".
"De lo demás", añadió, "hay responsable morales y políticos de ese tipo de hechos: los que alientan estas actuaciones y promueven una cultura de muerte y terror".
ESTRICTA INTIMIDAD
Los dos agentes fallecidos fueron enterrados hoy por la tarde, después de que esta mañana se celebrase el funeral en la academia policial de Canillas, de Madrid. El acto se celebró en estricta intimidad por expreso deseo de los familiares de los policías.
Al funeral asistieron los directores generales de la Policía y de la Guardia Civil, José María Rodríuez Colorado y Luis Roldán, respectivamente.
Los Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX) aún no han podido determinar cuánto explosivo contenía el paquete ni si sus compañeros actuaron sin adoptar las debidas medidas de seguridad.
(SERVIMEDIA)
13 Jun 1991
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