En su escrito, integramente en euskera, ETA reivindica los atentados cometidos desde el día 4 hasta el 20 de abril como el asesinato del guardia civil, Fernando Jiménez Pascual, en Bilbao, el día 4; el ataque al Gobierno Civil de Barcelona, en el que murió un transeunte (lo que ETA califia de desgracia) el pasado día 18; así como los artefactos que hicieron explosión en la vía férrea Madrid-Irún y en la Sucursal de la Caja Vital en Alava, el día 20.

Pese a los asesinatos de los dos ciudadanos, la banda terrorista manifiesta que no busca la victoria "por encima de nadie" y afirman que únicamente "mediante la lucha diaria debemos obtener nuevos resultados en el camino de la libertad".

Para ETA no existen más que dos proyectos políticos: "el modelo de la actual Europa, que condena alos pueblos a su desaparición, y el modelo que propone la izquierda 'abertzale', que busca una nueva sociedad en una Euskal Herria diferente".

La crítica de ETA se vierte hacia el Parlamento Vasco al que acusa de dividir Euskadi y hacia los partidos políticos y su actitud en el 'Aberri Eguna' (día de la patria vasca) de quienes dice que "algunos han mezclado el significado del Aberri Eguna con los vergonzantes espectáculos de las campañas electorales".

Reitera la banda armada que no es el momentode buscar "diferencias" entre las distintas sensibilidades dentro de la izquierda 'abertzale' y apuesta por un desarrollo de los sectores y un trabajo unitario de todas ellas.

Finalmente, hace una alabanza a los miembros de ETA muertos y a los encarcelados, afirmando que "si Euskal Herria sigue viva es gracias a la generosidad de muchos militantes de la izquierda 'abertzale'".