ETA asume en ese comunicado el asesinato del ex concejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, a quien la banda terrorista quitó la vida el 7 de marzo pasado, en vísperas de las elecciones generales.

La banda terrorista repite su doctrina habitual de que sólo el reconocimiento del derecho de autodeterminación de Euskal Herria propiciará un cambio político y "abrirá la oportunidad para que se puedan materializar todos los proyectos políticos".

ETA vuelve a criticar la actitud que mantuvo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante el llamado "proceso de negociación" y señala que el objetivo del Ejecutivo socialista fue llevar a la banda terrorista "a un proceso de rendición, buscando una salida falsa que dejaría sin resolver el conflicto".

Asimismo, destaca que Zapatero "ha tomado el mismo camino que Aznar", extendiendo la represión "a todos los ámbitos" y que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "siguiendo la consigna de todo vale contra el independentismo, ha adecuado a las necesidades de hoy en día la práctica del terrorismo de Estado que aprendió en el mandato de González".

En esta misma línea, ETA se dirige a los militantes del POSE para preguntarles si creen que la banda asesina "se a va a quedar de brazos cruzados mientras ve cómo se tortura, se detiene, se condena de por vida o se ilegalizan partidos con total impunidad".