La investigación estadounidenses detectó que la forma del asiento de las bicicletas dificulta el riego sanguíneo en las arterias y concluye que los menos indicados son los sillines estrechos y acolchados, según informó la cadena británica BBC.

Por su parte, los científicos alemanes compararon los porcentajes de impotencia entre un grupo de ciclistas y otro de nadadores. En los primeros deportistas, el porcentaje era del 4 por ciento, el dobl que en los nadadores. Además, la mitad de los ciclistas padecían entumecimiento genital, y los problemas relativos a la impotencia eran más comunes entre los que recorrían grandes distancias.