Según un estudio del ultimo boletín Información Comercial Española ------------------------------------------------------------------
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La devaluación de la peseta podría provocar un empeoramiento del saldo de la balanza comercial española a muy corto plazo si las importaciones no reaccionan al aumento de los precios conla suficiente rapidez y dado que es previsible que se necesite cierto tiempo para que la devaluación se refleje en las exportaciones.
Esta es la conclusión de un estudio sobre los efectos de la devaluación de la peseta en la balanza comercial publicado en el último boletín Información Comercial Española, que edita la Secretaría de Estado de Comercio.
El estudio prevé que el efecto positivo de la devaluación de la peseta sobre la balanza comercial se produzca a medio plazo por el lado de las imporaciones, un efecto que se verá ampliado como consecuencia de la desaceleración de la demanda interna en nuestro país y también por un aumento de las exportaciones, al abaratarse los productos españoles para el comprador extranjero.
En el caso de las importaciones españolas, el estudio asegura que la devaluación tendrá un efecto inmediato de encarecimiento, que ocasionará una importante caída de las compras de productos no energéticos, mientras que en las importaciones de productos energéticos el efect será menor, ya que sus pagos se realizan en dólares.
Según el informe, con independencia de su encarecimiento, lo que va a hacer que desciendan las importaciones es la situación interna de la economía española y especialmente las medidas de restricción del consumo privado puestas en marcha por el Gobierno este verano (recorte de las prestaciones por desempleo y aumento de las retenciones en el IRPF).
Por lo que se refiere a las exportaciones, los autores del informe consideran que la devaluaciónde la peseta en un 5 por ciento no provocará un aumento muy grande de las exportaciones debido a las dificultades económicas que atraviesan también los países de nuestro entorno, que son nuestros principales compradores.
A su juicio, en un principio la devaluación de la peseta mejorará la competitividad de las exportaciones españolas. Sin embargo, aseguran que no serán las medidas devaluatorias las que, a largo plazo, permitirán recobrar la competitividad de nuestras exportaciones.
SANEAR LA INDUSTRA
Los autores del estudio insisten en que es necesario un proceso de saneamiento de las estructuras industriales españolas que permita un abaratamiento de los costes de producción y la mejora de la productividad, sin los cuales, en su opinión, "toda incidencia del tipo de cambio no será sino un parche transitorio, que restará confianza a los propios operadores económicos".
Según el informe, existen dos factores que pueden condicionar a corto plazo la recuperación de las exportaciones españolas. Pr un lado, el hecho de que para que aumenten las ventas al exterior es necesario que haya una demanda capaz de absorberlas y las economías desarrolladas están inmersas actualmente en políticas de ajuste que repercuten en sus necesidades de importar productos.
El otro factor es la dificultad que existe para restablecer canales de comercio una vez que se han perdido o se han abandonado por falta de competitividad. A su juicio, será necesario que pase algún tiempo y se garantice la estabilidad de la monea para recuperar la confianza de estos circuitos comerciales.
Los autores prevén que aumenten las exportaciones a Latinoamérica y a los países de la CE, excluídos Italia y Reino Unido, países estos últimos frente a los cuales nuestra moneda no se ha depreciado, lo que unido a la salida de la lira y la libra del Sistema Monetario Europeo (SME) puede provocar incluso una reducción de las ventas de productos españoles a estos países.
El incremento de las exportaciones en estas áreas comerciales se cncentrará en los sectores de manufacturas de consumo y, en menor medida, en bienes de equipo y semifacturas.
En cualquier caso, los autores del informe creen que el efecto final de la devaluación de la peseta sobre la balanza comercial española dependerá de la reacción de los precios interiores frente a esa devaluación.
"En una economía tan dependiente de las importaciones como la española", explican, "es indudable que la repercusión del aumento de los precios de importación tiene que ser relativmente alta, aunque, presumiblemente, la situación interna limitará ese efecto inflacionario".
(SERVIMEDIA)
10 Oct 1992
NLV