Según avanzó este lunes el delegado del Área de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, el estudio se hará en los meses de agosto y septiembre antes del comienzo de los trabajos en octubre. Afectará a las fachadas pero también a "los posibles parkings" que haya en la zona.

De esta forma se podrá "garantizar" que no exista ninguna afección a los edificios, que en muchos casos se sitúan a escasos metros del lugar en el que se producirán las obras. Carabante añadió que serán trabajos que los vecinos no van a ver y confirmó que ya está "contratado" el servicio.

Además de este estudio, explicó que el sistema constructivo a través "pantallas" dará "mayor garantía" de la seguridad de las obras. Asimismo, esta metodología permitirá que se "pueda mantener parte del servicio de la infraestructura".

Con respecto al futuro de la parte subterránea el plan permite que no se vaya a "perder capacidad" porque " se "mantendrán cuatro carriles tres bajo superficie y uno en superficie", para dar servicio también a los vecinos de la zona.

Además se incorporará un carril Bus VAO para "promocionar la movilidad sostenible", que será el segundo de Madrid después del que se creó en la A-6. Esto conllevará una modificación en algunas líneas de autobús porque habrá autobuses que en la actualidad tienen parada en superficie que tendrán "intinerario exprés".