UN ESTUDIO DEMUESTRA QUE LA OCDE SE EQUIVOCA EN SUS PREVISIONES DE PIB PARA ESPAÑA MAS QUE EL MINISTERIO DE ECONOMIA

- Tienden a ser sospechosamente similares, seguramente porque resulta muy arriesgado separarse de la senda común.

- Las previsiones acostumbran a ser incorrectas, es decir, se producen diferencias sustanciales entre las previsiones y el crecimiento económico que finalmente presentan las áreas o países analizados.

- Existe una creencia generalizada sobre el hecho de que los acontecimientos que suceden en la ctualidad se repetirán en el futuro. Una vez que se ha observado una regularidad se acostumbra a sostener que en el futuro ocurrirá una cosa similar.

- Las previsiones económicas acostumbran a ser muy conservadoras, evitando asumir riesgos en el momento de efectuar diagnósticos sobre la evolución de la economía.

MADRID
SERVIMEDIA

La OCDE, que en el informe hecho público ayer vaticina un crecimiento económico para Epaña del 3,4 por ciento en 1999, frente al 3,8 estimado por el Gobierno, tiene un historial de predicciones económicas para España en las que se equivoca sensiblmente más que el Ministerio de Economía a la hora de calcular el PIB.

Este es el resultado de un estudio que compara sus pronósticos respectivos para el periodo 1982-1995, realizado por el economista de la Universidad de Barcelona Jordi Pons Novell, y difundido recientemente la "Revista de Economía Aplicada", una publicación especializada que irige el profesor José Luis García Delgado, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

El estudio, titulado "¿Pueden los economistas prever el crecimiento de la economía?", compara las predicciones realizadas para un horizonte temporal de 18 meses por el Ministerio de Economía, por la OCDE y mediante un "método ingenuo de predicción", consistente en estimar que la economía crecerá al año siguiente al que se realiza el pronóstico con el mismo ritmo que en el actual.

Lo más sorprendent de la comparación es que incluso un lego en economía que se limite a seguir el método ingenuo acertaría más que la OCDE y en algunos ejercicios incluso más que el Ministerio de Economía español.

El autor señala que las estimaciones de la OCDE son las que presentan "una capacidad predictiva menos satisfactoria", y recalca que "resulta sorprendente que no exista una ganancia en términos de una mejor predicción al emplear un complejo modelo econométrico por parte de la OCDE, en lugar de usar métodos de redicción sumamente sencillos".

ALGUNOS BUENOS CONSEJOS

El estudio analiza también las previsiones de la OCDE para los países del G-7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá), para llegar a la conclusión, al cotejarlas con lo que realmente ocurrió, de que estas predicciones, al igual que ocurre con las efectuadas con España, son "poco fiables".

Por esta razón, apunta que sería más aconsejable que los expertos formularan pronósticos sobre bandas o intervalos de poible crecimiento (augurar, por ejemplo, un aumento del PIB del 1,8 al 2,4 por cien, en lugar de un 2,1).

A su juicio, "el abanico definido por dos cantidades no tiene la exactitud y la elegancia de una sola cifra, pero seguramente es mejor pagar este precio que acabar con unas previsiones totalmente desprestigiadas a las que nadie haga caso".

Previamente a la exposición de estas conclusiones de su investigación, el autor del estudio señala que un análisis de las previsiones económicas efectuadas anto por la OCDE como por otros organismos pone de manifiesto cuatro características:

- Tienden a ser sospechosamente similares, seguramente porque resulta muy arriesgado separarse de la senda común.

- Las previsiones acostumbran a ser incorrectas, es decir, se producen diferencias sustanciales entre las previsiones y el crecimiento económico que finalmente presentan las áreas o países analizados.

- Existe una creencia generalizada sobre el hecho de que los acontecimientos que suceden en la ctualidad se repetirán en el futuro. Una vez que se ha observado una regularidad se acostumbra a sostener que en el futuro ocurrirá una cosa similar.

- Las previsiones económicas acostumbran a ser muy conservadoras, evitando asumir riesgos en el momento de efectuar diagnósticos sobre la evolución de la economía.

El estudio de Jordi Pons demuestra que los expertos de la OCDE se equivocaron incluso en el pronóstico de la dirección que seguirá la economía (no ya sólo en su ritmo de variación) en lasestimaciones que hicieron para los ejercicios de 1984, 1992 y 1993, en los que pronosticaron una aceleración del crecimiento y se produjo lo contrario.

En concreto, la previsión efectuada en diciembre de 1991 para el año 1993 auguraba una aceleración en todos los paises del G-7 y en España, pero finalmente eso sólo ocurrió en el Reino Unido y Canadá.

(SERVIMEDIA)
18 Nov 1998
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