De los 1.916 casos de muerte súbita de bebés analizados, el el 60% se registraron en guarderías particulares que, en muchas ocasiones, carecen de permiso oficial y están atendidas por personal poco informado sobre dicho sndrome.

El equipo de la doctora Rachel Moon también comprobó que los padres de más de la mitad de los bebés que fueron puestos a dormir boca abajo en las guarderías ponían a sus hijos a dormir boca arriba, según las recomendaciones médicas para evitar el síndrome de la muerte súbita.

Estudios anteriores habían revelado que los niños que normalmente duermen de espaldas son 20 veces más propensos a morir cuando les hacen dormir boca abajo, mientras que los que duermen siempre boca abajo tienen cinc veces más de posibilidades de morir por el síndrome.

Esto podría deberse, según la doctora Moon, a que los bebés que duermen de espaldas no desarrollan la misma fuerza en los brazos y cabeza que los que duermen boca abajo.