LOS ESTUDIANTES QUE QUIERAN ALOJARSE EN UN COLEGIO MAYOR ESTE CURSO PAGARÁN UNA MEDIA DE 600 EUROS AL MES
- En Madrid el precio asciende hasta los 900 euros mensuales, mientras que en Sevilla ronda los 500 euros
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Alojarse en un colegio mayor es una de las soluciones más habituales para los estudiantes cuya universidad está en una ciudad distinta de su lugar de origen. En el curso académico que ahora comienza, el precio que estos universitarios, o sus familias, tendrán que pagar asciende a una media de 600 euros al mes.
Así se desprende de un estudio realizado por Consumer Eroski a partir de 86 residencias y colegios mayores de 18 capitales españolas.
Según este informe, el precio de una residencia universitaria puede ser hasta siete veces superior, según la ciudad y el modelo de alojamiento.
La ciudad en la que la media de precios de los colegios mayores es más elevada, según este estudio, es Madrid, donde una habitación individual con baño y pensión completa cuesta 897 euros de media.
La segunda opción más cara es Barcelona (822 euros al mes), ciudad en la que, además, se localizó la residencia más cara: 1.418 euros al mes.
Las más baratas son las de Sevilla (519 euros, aunque se llegó a encontrar una residencia a 230 euros al mes), seguidas de las de Santiago de Compostela (539 euros mensuales).
SERVICIOS
De las 86 residencias y colegios mayores, tan sólo el 45% disponían de baño completo en las habitaciones, es decir, un aseo con lavabo, ducha e inodoro. El 35% lo había habilitado únicamente en algunas de las estancias, y el 20% no tenía en ningún cuarto. Destaca el caso de Barcelona, donde en 7 de las 10 residencias estudiadas los baños son compartidos por todos los usuarios.
Además de comedor, lavandería o aulas de estudio, 64 de las 86 residencias contaban con sala de ordenadores e Internet. Asimismo, tres de cada cuatro residencias visitadas ofrece conexión a la red en las propias habitaciones. En las salas multimedia, la dotación media de ordenadores es de ocho terminales.
NORMAS DE ADMISIÓN
Cada residencia o colegio mayor se rige por una serie de normas propias. Las residencias evaluadas en Pamplona son las que más "controlan" la entrada de personas ajenas a sus instalaciones.
Además, en dos de estos cuatro centros universitarios es obligatorio acudir con asiduidad a las actividades que organizan los responsables del centro (algo similar ocurre en tres de las cuatro residencias malagueñas). En más de la mitad de las estudiadas en Salamanca se registran las horas de entrada y salida de los residentes.
Respecto a los requisitos de admisión, el catálogo es variado. Estar matriculado en una universidad concreta o un expediente académico intachable son algunos de los criterios que esgrimen estas residencias. Los responsables de las residencias visitadas en Zaragoza, junto con las evaluadas en Madrid, son los que más se fijan en las notas logradas en el bachillerato y la selectividad.
Todos los centros visitados en Pamplona y la mayoría de Barcelona, Salamanca y Valladolid usan, además, los resultados de la entrevista personal previa como criterio y en Málaga, además, ponen especial atención en la renta familiar de cada joven.
Por otro lado, casi en el 40% de las residencias analizadas los propios residentes eran los encargados de limpiar sus habitaciones. Sin embargo, en aquellas donde el precio incluía este servicio, la frecuencia de limpieza era diaria en el 18% de los casos, cada dos días en el 10%, cada tres en el 14% y una vez a la semana en el 18%.
Una de las mayores deficiencias de estos centros se halló en su insuficiente adaptación para personas con discapacidad: un 60% de las 86 residencias incluidas en el informe de la revista no disponen ni tan siquiera de una sola habitación adaptada para estos residentes. Las mejores en este campo, las visitadas en Bilbao, Murcia, Alicante y Vitoria.
(SERVIMEDIA)
05 Sep 2008
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