"Durante los exámenes clínicos finales fui testigo de una de las escenas más feas que haya visto en mi vida", relata la carta. "Una de mis colegas, en un descarado intentode deslumbrar a los examinadores, hizo uso del manual clínico de Oxford durante su caso práctico. Desafortunada o afortunadamente para ella, fue pillada con las manos en la masa".

"Después de visitar a la junta disciplinaria, se le permitió pasar sus exámenes sin mayores complicaciones. En el futuro quizás nosotros también deberíamos hacer como ella" prosigue la denuncia.

El "British Medical Journal" publica también que el Colegio Universitario le confirmó que la estudiante había sido descubirta copiando en el examen, pero que se trataba de una alumna ejemplar y que no había pruebas de que hubiese copiado antes, por lo que simplemente se le impidió optar a los premios fin de carrera para los que era favorita.

Aun así, Richard Smith, editor de la revista médica, ha criticado duramente el caso. "La profesión médica está en tela de juicio, la sociedad piensa que los médicos se cubren las espaldas unos a otros. Aprobar a un estudiante que ha sido descubierto copiando y no ser capaz de ofrecr un explicación adecuada para el hecho, es algo que daña a nuestra cultura médica", afirma.