Se trata de la primera vez que los servicios municipales vallisoletanos trabajan con este colectivo, que según un estudio de la asociación Apramp alcanza las 400 profesionales, entre las que hacen la calle y las que trabajan en clubes o casas de citas.

El Ayuntamiento comenzará con un centro de día piloto, donde podrán asistir en principio 8 chicas jóvenes, no toxicómanas o que ejerzan la prostitución de forma esporádica. Posteriormente, se ampliaría a una veintena, con el objeivo de convertir el centro en una casa de acogida.

Los servicios sociales municipales empiezan el programa con mujeres cuyas características faciliten la eficacia de la intervención, con el fin de que los buenos resultados animen a otras prostitutas en condiciones más problemáticas a sumarse a la iniciativa.

El proyecto, que tiene un presupuesto de 3 millones, tiene como objetivos específicos la mejora de la autoestima y percepción personal, la adquisición de pautas de relación adecuadas para mejrar las que tienen y aumentar su red social, la mejora de su situación higiénico-sanitaria y una formación que posibilite su inserción laboral.

Para percibir la beca mensual, las mujeres deberán participar en las actividades de grupo de autoayuda, así como en los talleres y conferencias. El Ayuntamiento utilizará dos pisos para talleres de educación para la salud, escuela de madres, cultura general, técnicas de búsqueda de empleo y orientación y formación laboral.

También se prestará atención psiológica, asesoramiento jurídico y charlas sobre asuntos que interesen a estas mujeres. A aquellas prostitutas que vivan en pensiones o en la calle se les facilitará un servicio de apoyo consistente en lavandería, comedor y ducha.