Finanzas

El estrés en los mercados se elevó en julio hasta un nivel de riesgo alto pero inferior al de la pandemia y la crisis financiera

MADRID
SERVIMEDIA

El indicador de estrés en los mercados se elevó en julio hasta un nivel de riesgo alto, por encima de 0,49, en un momento de subida de los tipos de interés más abrupta de lo previsto y ante un escenario de menor crecimiento económico. No obstante, el registro está “lejos” de los valores que se registraron en la crisis financiera y al inicio de la pandemia, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Así lo pone de manifiesto el supervisor en su informe sobre la evolución de los mercados del segundo trimestre del año en el que señala que el indicador de estrés ha aumentado desde niveles algo superiores a 0,20 a principios de año hasta un primer máximo anual de 0,47 en marzo, durante los primeros días de la guerra entre Rusia y Ucrania, y un segundo máximo de 0,50, registrado a principios de julio, “en momentos en los que se está descontando un giro más abrupto de la política monetaria y un escenario de menor crecimiento”. Este último máximo ha provocado que el indicador se sitúe en un nivel de riesgo alto.

Todos los segmentos evaluados presentan aumentos “notables” en el nivel de estrés durante el primer semestre del año, generalmente originados por los indicadores de volatilidad. A principios de julio destacaba el alto nivel de estrés tanto en segmentos de elevada ponderación en el indicador total, como el mercado de bonos o intermediarios financieros (ambos en 0,74), como en otros segmentos de menor relevancia, como derivados o tipos de cambio (ambos por encima de 0,80). La correlación del sistema se mantiene en un nivel medio-alto, según indica la CNMV en su informe.

Los riesgos más importantes para el entorno financiero son la “gran incertidumbre sobre la persistencia en el tiempo de niveles tan altos de inflación y sobre la intensidad de la respuesta de la política monetaria”, a lo que se suman las dudas sobre la duración de la guerra en Ucrania y las posibles restricciones futuras en el suministro de energía en algunos países.

En el marco estrictamente financiero, la CNMV llama la atención sobre las consecuencias del elevado nivel de inflación sobre el rendimiento de los activos, al reducirse su rentabilidad real; el repunte de las rentabilidades de los activos de renta fija sobre los tenedores de deuda, y la consecuente caída en precios; el riesgo de endurecimiento de las condiciones de financiación, y el aumento de la volatilidad en los mercados.

EVOLUCIÓN DE LOS MERCADOS

En un repaso de la marcha de los mercados en la primera parte del año, el informe da cuenta del entorno financiero internacional y nacional marcado por la intensificación de las presiones inflacionistas, que ha acelerado el endurecimiento de la política monetaria, y las consecuencias de la guerra.

La inflación “ha seguido sorprendiendo al alza en los primeros meses de este año” y ha marcado máximos no vistos en décadas “en un contexto en el que el crecimiento de los precios se traslada prácticamente al conjunto de la cesta de bienes y servicios”.

Los mercados de deuda han reaccionado con incrementos notables en los rendimientos de los activos a largo plazo y las primas de riesgo de crédito se han incrementado en el primer semestre del año, aunque el anuncio de una herramienta para limitar la fragmentación de los mercados “facilitó la normalización de las primas de riesgo hasta niveles ligeramente superiores a los de inicio del año”. El balance semestral deja incrementos de entre 18 y 76 puntos básicos, observándose los mayores aumentos en Grecia (76 puntos) e Italia (66), seguidos de Portugal (42) y España (32).

Los activos de renta variable han reaccionado a este escenario macroeconómico con descensos notables de sus precios, que han venido acompañados en ocasiones de repuntes de la volatilidad. El Ibex-35 ha retrocedido en la primera mitad del año un 7,1%, la menor caída en Europa entre los grandes índices tras el británico FT 100.

(SERVIMEDIA)
20 Jul 2022
MMR/mjg