Lo hizo a través de un comunicado en el que reafirmó su compromiso por un “futuro verde” y su pretensión de cumplir con “la regla de las 3R”, esto es, reducir, reutilizar y reciclar, en la gala que tendrá lugar el mes que viene en Sevilla, en la que los premiados recibirán estatuillas fabricadas con material reciclado y la alfombra roja y el ‘photocall’ serán recicladas y reciclables.

Del mismo modo, los invitados a la gala se alojarán en hoteles con certificación LEDD (que atestigua la eficiencia energética); mientras que, con el fin de reducir la contaminación y el consumo de combustible, la organización contará con una flota de coches ecológicos y priorizará el uso de tren frente al avión, siempre que los trayectos origen-destino lo posibiliten.

Otras de las decisiones que ha tomado la Academia para la gala de entrega de los Goya es la apuesta por fuentes de agua para todos los asistentes, plástico cero, proveedores de proximidad en catering, y papelería, ferretería y separación de residuos con puntos de reciclaje etiquetados.

Por último, en la línea de lo sucedido el año pasado, la compañía tecnológica Creast medirá la huella de carbono de la gala a través de la recogida y análisis de evidencias en las áreas de las principales emisiones -energía, movilidad, catering, materiales, residuos, alojamientos y agua-, y realizará una comparativa entre el impacto medioambiental de la gala de 2022 y la del 2023.