Asimismo, una tercera bomba explotó en la puerta de una sucursal bancaria de la localidad alavesa de Agurain, ocasionando diversos desperfectos.

El ráfico ferroviario entre la capital alavesa y Navarra ha permanecido cortado durante más de nueve horas, mientras la Ertzaintza comprobaba si había colocados más artefactos.

La cadena de bombas se inició a la una y media de la madrugada, cuando se recibió en las dependencias de SOS Deiak (Servicio de Urgencia de la Policía Autónoma), una llamada anónima en la que un individuo en nombre de ETA, anunciaba la colocación de un artefacto en una sucursal de la Caja Vital de Agurain.

Poco después, hacialas dos de la madrugada, el artefacto hacía explosión ocasionando diversos desperfectos en la puerta de la entidad, pero sin provocar daños personales. Posteriores análisis realizados por los artificieros de la Policía Vasca estimaron en medio kilogramo de amerital la carga explosiva.

Minutos más tarde de la primera explosión, dos nuevas explosiones, según la Ertzaintza, y tres según algunos testigos, se registraron junto a la línea ferroviaria, también en los contornos de Agurain.

Mediante una ispección del tramo que une Vitoria y Alsasua, la Ertzaintza y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, han localizado restos de dos explosiones, en los puntos kilométricos 518,800 y 515,700 del tendido.

La primera no ha ocasionado daño alguno y la segunda, ha afectado levemente a unos componentes eléctricos. A las once de esta mañana, una vez comprobado que no existían más artefactos en la línea, se reinició la circulación de trenes.