Esta reducción del dinero gastado directamente por el Estado se compensará, en parte por los compromisos adquiridos para 1993 por las comunidades autónomas en el plan de vivienda 1992-1995, y por un aumento de 8.359 millones de pesetas en las transferencias del Gobierno central a las autonomías para proyectos de adquisición y rehabilitación de de viviendas de promoción pública y privada.

Los presupuestos recogen un gasto de 99.974 millones de pesetas en ayudas para proyectos de vivienda y urbanismo, aunque la mayor parte, 97,57 por cien, corresponden a vivienda (97.542 millones de peetas).

Del total de ayudas a la vivienda previstas en el presupuesto, 55.900 millones de pesetas se destinarán a subsidiar intereses de préstamos concedidos para la compra y construcción de viviendas, dentro del plan para el periodo 1992-1995.

Por su parte, las subvenciones a las comunidades autonómas para que potencien la adquisición y rehabilitación de viviendas sumarán 21.209 millones de pesetas, a los que se sumarán otras transferencias de capital a gobiernos autónomos y ayuntamientos para atnder convenios en materia de vivienda.

Estas ayudas seguirán otorgandose mediante los dos mecanismos empleados hasta ahora, ayudas directas y creditos subvencionados con un tipo de interés inferior al de mercado, a las que sólo tendrán acceso los potenciales compradores de vivienda con una renta familiar no superior a 5,5 veces el salario nínimo interprofesional.