González se dirigió a Anguita para explicarle que hoy no mantendría su posición de hace dos años (en alusión al apoyo ofrecido a Rubio) y que hoy se siente sorprendido en la buena fe que demostró hacia el ex gobernador.

"Reconozco que me equivoqué de buena fe", dijo el presidente y reconoció asimismo la posibilidad de que de su actitud pueda derivarse una responsabilidad política.

El jefe del Ejecutivo agradeció al dirigente de IU el tono constructivo d su intervención, a pesar de que Anguita le había pedido la dimisión. No obstante, dejó claro que su intención no es la de renunciar a su cargo y que él sí asume las responsabilidades.

González rechazó la posibilidad de que los socialistas lleguen a programas comúnes o coaliciónes con IU porque en la actualidad existen desacuerdos fundamentales en materia de política económica y europea.

Asimismo, negó que la gestión de los diferentes gobiernos socialistas hayan conducido a la destrucción del Estdo del bienestar y que se haya practicado una política en contra de los sindicatos.