Las estaciones disponen de casi 10.000 plazas de alojamiento, a las que hay que sumar otras 90.000, entre apartamentos y pensiones, ubicados en su área de influencia. La estancia durante una semana en régimen de media pensión se sitúa alrededor de las 50.000 psetas.

Los precios de las estaciones varían en función del sistema montañoso en que estén ubicadas, entre otros factores. En términos generales, las más baratas son las de la Cordillera Cantábrica: Manzaneda (Orense), entre 1.000 y 2.000 pesetas por día; Valgrande (Asturias) y Puerto San Isidro (León), entre 1.200 y 1.500; y Alto Campoo (Santander), entre 1.200 y 2.000.

En los Pirineos, el precio más asequible es el de la estación de Panticosa (Huesca), que cuesta entre 1.400 y 1.700 pesetas diaras. La más cara es la de Baqueira Beret (Lérida), que cobra 3.100 pesetas al día, seguida de La Pinilla (Segovia), con precios que oscilan entre 1.500 y 2.700 pesetas, y Sierra Nevada (Granada), entre 2.125 y 2.500.

Estas tarifas no incluyen el uso de las pistas. Los precios de un "forfait" van de 1.000 y 2.500 pesetas al día, que dan derecho a usar durante todo el día los más de 300 remontes de las pistas, con una capacidad de 230.000 esquiadores por hora.

Además, el equipo medio necesario para squiar, compuesto por gafas de sol, vestimental, esquís, fijaciones, bastones y botas, oscila entre 100.000 y 250.000 pesetas.

Las principales novedades de esta temporada, en la que el sector espera recibir más de medio millón de visitantes, consiste en que 100 de los 700 kilómetros de pistas esquiables son de nieve artificial.