Tanto Candanchú como Cerler o Formigal, todas ellas en el Pirineo oscense, tienen reservadas la totalidad de sus plazas. Casi idéntica afluencia registran Astún y Panticosa, también en Huesca, mientras que las únicas instalaciones existentes en la provincia de Teruel, correspondientes a Valdelinares, prevén una ocupacón superior al 80 por ciento.

El incremento de esquiadores y turistas que desean recibir el año entrante en contacto con la nieve, respecto al fin de semana de Nochebuena, es muy importante, dado que, según las fuentes consultadas por Servimedia, "las fiestas de Nochebuena y Navidad son más familiares, mientras que en Nochevieja y Año Nuevo la gente prefiere pasarlos fuera".

Por lo que respecta a los datos sobre pistas y remontes, Astún disponía ayer, jueves, de 12 de sus 15 remontes en funcionamento y 17 de sus 27 pistas abiertas, lo que significa un total de 20 kilómetros esquiables. Candanchú mantiene 7 de sus 24 remontes en funcionamiento y se puede esquiar a lo largo de 9 kilómetros por 7 de sus 47 pistas. Cerler tiene funcionando la totalidad de sus 13 remontes y se puede practicar el esquí a lo largo de 18 kilómetros en 20 de sus 30 pistas.

Por su parte, en Formigal permanecen en uso 17 de sus 19 remontes y tiene abiertas 18 de sus 43 pistas, con un total de 48,2 kilómetros esquiables,mientras que en Panticosa están disponibles sus 7 remontes y se puede esquiar a lo largo de 16 kilómetros en 15 de sus 20 pistas.

Por último, la estación turolense de Valdelinares dispone de 2 de sus 6 remontes en funcionamiento y mantiene 1 de sus 5 pistas abiertas, con un total de 1,1 kilómetros esquiables.