Centenares de jóvenes se habían congregado previamente en el salón de actos y en sus accesos (el recinto quedó completamente abarrotado de público) y se pasaron entre sí unas papeletas con la consina "gran pitada al presidente", al tiempo que preparaban pitos de árbitro y otros artilugios sonoros.

Cuando González, acompañado por el rector de la Universidad, Cayetano López Martínez, accedió por detrás al escenario, los estudiantes se pusieron a pitar y gritaron "chorizo, chorizo".

El rector pidió silencio a los estudiantes y recordó que había sido la Universidad la que había solicitado la presencia del presidente -uno gritó "a un ladrón"- en el acto y que, por tanto, se le debía cortesía. López respondió a ese grito pidiendo que se guardasen las normas mínimas de cortesía de que habían gozado los otros dirigentes políticos que habían tenido oportunidad de participar en el curso y de expresarse.

Inmediatamente, tomó la palabra González y se volvieron a escuchar murmullos y pitos de algunos asistentes. El presidente contó la anécdota de que él, en su época de estudiante, también intentó boicotear las palabras de Manuel Fraga en un acto universitario, pero porque su grupo había solicitdo previamente expresarse y no se lo concedieron.

EL IMPULSO ETICO

"La diferencia", dijo, "es que ustedes, hoy, tienen la posibilidad de expresarse (la conferencia tiene coloquio)".

Al señalar "alguién me llama corrupto", se volvió a oír un grito: "el máximo responsable", a lo que el presidente comentó: "el responsable del Gobierno es el responsable de todo en este país".

Felipe González añadió: "yo he tenido siempre un impulso ético `machadiano' y cuando salga de la política, saldré como ntré". Asimismo, señaló que depurará todsas las responsabilidades que haya habido en los casos de corrupción.

En el momento de redactarse esta información, las 12.50 horas, el jefe del Ejecutivo continuaba en el uso de la palabra. Una vez concluida su disertación, seguirá un coloquio con los presentes.