El nuevo empeoramiento que sufrió el Conde de Barcelona en la tarde noche de ayer hizo temer por un fatal desenlace en las próximas horas, pero la fortaleza física del padre del Rey, destacada por el presidente del Gobierno, Felipe González, le ha permitido superar media docena de graves crisis.

Los médicos que le aienden durmieron, al igual que en noches anteriores, en las habitaciones de la sexta planta de la Clínica Universitaria de Navarra contiguas a la 601 que ocupa Don Juan.

Fuentes próximas al equipo médico aseguraron ayer que no prolongarán "a ultranza" la vida del padre del Rey ni se aplicarán sistemas artificiales para ello.

Los reyes, así como las infantas Pilar y Margarita y el marido de ésta última, Carlos Zurita, continúan en Pamplona por quinto día consecutivo y únicamente abandonan el centr sanitario para dormir en el hotel Blanca de Navarra, distante a unos 100 metros del hospital.

Anoche, los monarcas salieron del centro a las 10,30 de la noche y, antes de subirse en el vehículo oficial para desplazarse hasta el hotel, el Rey se acrecó hasta los reporteros gráficos, que montan guardia permanente ante la entrada del centro, para preguntarles si pasaban mucho frío.

Hasta la una de la tarde de hoy no habrá un nuevo parte médico sobre el estado de salud de Don Juan, a no ser que se poduzcan cambios significativos en su situación, según dijo la responsable de comunicación de la Casa Real, Asunción Valdés.