Según explicó a Servimedia el senador de ERC Carles Bonet, si la ruptura -ocasionada esta vez por el proceso de ilegalización de Batasuna- se llega a producir, los dos senadores independentistas y los nueve socialistas catalanes que componen el grupo se repartirían los tiempos de intervención y defenderían sus iniciativas cada uno por separado. Con ello se evitaría que los senadores de ERC tuvieran que pasarse al Grupo Mixto.

El punto de fricción en esta ocasión ha ido la votación en el Parlamento sobre la ilegalización de Batasuna. ERC considera una "deslealtad" que el PSC haya accedido a una "maniobra" del PSOE para que la petición de ilegalización se votara únicamente en el Congreso, y no en el Senado, evitando así una escisión en el seno de la Entesa.

Por esta causa, la dirección de ERC propuso la semana pasada romper el pacto con el PSC en el Senado y su secretario general, Josep Lluis Carod-Rovira, envió una carta al presidente del PSC, Pasqual Maragall, eponiéndole sus quejas. El líder socialista respondió convocando una reunión entre las partes para los próximos días.

A expensas de los resultados de esa reunión, la postura de ERC parece ser la de consumar la ruptura, ya que la situación es de constantes encontronazos, como los registrados antes del verano con motivo de la imposición por parte del PSOE de Josep Borrell como representante español en la Convención Europea o en la votación sobre la Ley de Partidos, donde sólo seis de los once senadores d la Entesa votaron a favor.