En una entrevista concedida a "Epoca", la esposa de Conde afirma que la intervención de Banesto fue una medida política, que lo que pretendía era cambiar la propiedad del banco.

En este sentido, señala que para lograrlo "hasta tuvieron que modificar un reglamento del Mercado Nacional de Valores", y recalca que toda "la jugada" se realizó con el fin de embargarle las acciones.

Asimismo, insiste en que la popularidad de su marido ha jugado n su contra. "Si no hubiese sido conocido, no le hubiese pasado lo que le ha sucedido, como la ejecución inmediata de la sentencia del caso 'Argentia Trust', y ahora la suspensión del tercer grado penitenciario", explica.

Por último, Lourdes Arroyo indica que no le queda más remedio que "creer en la Justicia", aunque agrega que los jueces tienen más difícil ser independientes "cuando se producen unas campañas mediáticas contra una persona y se hacen juicios paralelos y se condena de antemano".