ESPINOSA DE LOS MONTEROS PIDE UN SISTEMA DE FINANCIACION AUTONOMICO EN EL QUE "CADA PALO AGUANTE SU VELA"
- "Si un gobierno regional quiere gastar por encima de sus ingresos, debe estar obligado a subir los impuestos"
- "Las autonomías se han transformado en uno de los principales factores que desequilibran las finanzas públicas españolas"
- Piensa que los responsables autonómicos tienden a aumentar los aparatos administrativos e que disponen porque son un instrumento de "fidelización de las clientelas políticas"
- Sostiene que una auténtica corresponsabilidad fiscal permitiría a los ciudadanos y a las empresas "votar con los pies"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente del Círculo de Empresarios, Carlos Espinosa de los Monteros, considera que es preciso montar un sistema de financiación autonómica en el que "cada palo aguante su vela", de manera que "si un Gobierno regional quiere gastar por encima de susingresos, debe estar obligado a subir los impuestos".
A su juicio, "en esto consiste a 'grosso modo' la célebre corresponsabilidad fiscal y no tiene nada que ver con la cesión del 15 por cien del IRPF".
Espinosa de los Monteros se pronuncia en estos términos en un duro alegato contra la irresponsabilidad financiera de las comunidades autómomas publicado en el último número de la revista "ICADE", bajo el significativo título de "Las autonomías: un problema económico".
En su artículo, escrito ntes de las elecciones generales, el presidente del Círculo de Empresarios cree que "las autonomías se han transformado en uno de los principales factores que desequilibran las finanzas públicas españolas y, en consecuencia, en un obstáculo de primera magnitud para reducir el abultado déficit público existente en España".
Espinosa ilustra esta afirmación con datos como que el desfase entre los ingresos y los gastos de las autonomías les ha conducido a arrastrar unas necesidades de endeudamiento que suerarán los cuatro billones de pesetas este año.
A su juicio, "lejos de constituirse en un elemento de racionalización del gasto, el Estado Autonómico ha llevado a su explosión", entre otras cosas porque el incremento de efectivos y cuota de gasto asumido por los gobiernos regionales no ha ido acompañado de "un paralelo adelgazamiento de la Administración central".
Añade que, "como media, los gobiernos regionales dedican 17,5 de cada cien pesetas gastadas a inversiones. Esto quiere decir que la decentralización del poder no se ha traducido en servicios públicos, en inversiones productivas, sino en un incremento de los gastos improductivos, de aquellos incapaces de generar riqueza".
VOTO CAUTIVO
Espinosa de los Monteros prosigue su duro alegato contra la hipertrofia que en su opinión sufre el sector público señalando que "el escenario económico de estas administraciones territoriales es una especie de caricatura de un diseño en el que se convierte a las administraciones en el eje del progresoeconómico de España".
"Esa tendencia", apostilla, "se ha visto fortalecida por la identificación del tamaño del aparato administrativo autonómico con la 'importancia' de la región y por su utilización como un instrumento de fidelización de las clientelas políticas".
El presidente del Círculo de Empresarios y de la patronal del sector automovilístico considera que este comportamiento ha sido posible porque "los gobiernos autónomos pueden decidir cuánto gastar sin tener que gravar con impuestos a ls ciudadanos para financiar sus gastos. De esta manera se tienen todas las ventajas políticas derivadas de gastar más sin soportar los costes de tener que subir la presión fiscal".
Espinosa entiende que el modelo de financiación autonómica aplicado hasta ahora "no sólo constituye un factor de irresponsabilidad financiera, sino también una fuente de conflicto político".
Eso se debe a que, cómo los recursos de las autonomías dependen de las transferencias del Estado, la obtención de esos fondos "seconvierte en un regateo donde los criterios de racionalidad económica no tienen hueco" y las autonomías "siempre tienen abierta la posibilidad de acusar de discriminación al Gobierno central".
Además, "esta función de grupo de presión sirve para alimentar estrategias que permiten camuflar la mala gestión de las administraciones autonómicas ante los habitantes de su territorio, que no pagan con su dinero los costes".
En este punto, Espinosa deja claro que la corresponsabilidad fiscal debe consisti en que "cada palo aguante su vela", entendiendo por ello que el gobierno que desee gastar por encima de sus ingresos, se vea forzado a subir los impuestos.
EL EJEMPLO AMERICANO
Ese tipo de corresponsabilidad, añade, no sólo mejoraría las finanzas públicas, sino que "se pondría en marcha la posibilidad de 'votar con los pies', esto es, las familias y las empresas decidirían dónde vivir e instalarse, de acuerdo con sus preferencias, estableciendo una combinación óptima entre los beneficios obtenidos e un determinado nivel de gasto y los costes de financiarle".
Para el dirigente empresarial, "en esta línea, la experiencia de Estados Unidos es aleccionadora. El 'federalismo fiscal' y la competencia que éste provoca entre los distintos estados de la Unión ha permitido mantener un 'ratio' gasto público-PIB y una presión fiscal global muy inferiores a las registradas por la mayoría de los países industrializados".
Espinosa concluye su análisis indicando que el recorte de la dimensión del sector pblico "debe extenderse también a las autonomías. No puede recortarse el gasto público central y permitirse un crecimiento irresponsable del autonómico, no pueden cerrarse y privatizarse empresas públicas nacionales y seguir creándose 'inis' regionales".
(SERVIMEDIA)
02 Jun 1996
M