La encuesta, realizada entre 50.000 empresarios y 20.000 consumsidores, refleja que las mayores preocupaciones de los europeos sn el paro, la crisis económica y la ausencia de perspectivas.

El diario señala que España "supera al resto del continente en su pesimismo, lo que no es sorprendente, dadas las dificultades que atraviesa para tratar de cumplir los criterios de convergencia con una peseta indecisa y fundamentos ecónomicos débiles".

Entre los consumidores, los pesimistas sobre las perspectivas generales de la situación económica son un 30 por ciento más que quienes piensan que mejorarán. Sin embargo, una mayoría opia que los precios mejorarán.

En cuanto a los empresarios, los pesimistas sobre el futuro de la industria son alrededor de un 40 por cien más que los optimistas. Además, también son mayoría los que creen que la producción disminuirá y la inflación aumentará.

Además, los exportadores "han conseguido poco beneficio de las dos últimas devaluaciones, principalmente porque varios otras naciones del Sistema Monetario Europeo también devaluaron, y porque la debilidad de las economías vecinas han hecho qu las importaciones sean menos bienvenidas".

A este respecto, las respuestas recibidas por "The European" indican que, en enero, las ordenes de importación disminuyeron en España para el 55 por ciento de las empresas consultadas, "ocho puntos peor que en diciembre".

"Aunque la peseta no es tan vulnerable como hace seis meses, y la semana pasada se aplicó un recorte en el tipo de interés básico (del Banco de España), una reducción de los tipos de interés a los niveles que la economía necesita para na verdadera recuperación es imposible, por temor a agravar la inflación".