ESPAÑA TIENE LA MAYOR RED DE CAJEROS AUTOMÁTICOS DE EUROPA
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España, con más de 61,7 millones de tarjetas de débito y crédito emitidas, es el país de Europa con la mayor red de cajeros automáticos (55.399 a diciembre de 2004) y donde existen más puntos de venta en los que se puede pagar con tarjeta (1.055.103), según se desprende de un estudio realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas).
A nivel mundial, sólo Estados Unidos supera a España en número de cajeros automáticos y puntos de venta en los que se puede pagar con tarjeta, siendo estos últimos los que en la terminología financiera de denominan terminales de puntos de venta (TPV).
Sin embargo, aunque entre 2002 y 2004 el uso de tarjetas de crédito en nuestro país aumentó un 21,8%, siguen dominando las retiradas en efectivo del cajero (22 transacciones al año por habitante a finales de 2004) frente a su uso en puntos de venta (16,9 transacciones al año).
El director del Departamento de Sistema Financiero de Funcas, Santiago Carbó, afirmó que "el grado de difusión del uso de las tarjetas a pago en la actividad comercial es uno de los retos fundamentales a los que se enfrenta la industria financiera en España y en Europa".
Según Funcas, el promedio de dinero que el ciudadano español extrae cada vez que utiliza el cajero se sitúa en 44,1 euros, "una cifra que nos sitúa muy por debajo de los países de nuestro entorno".
COBRO DE COMISIONES
Carbó explicó que uno de los asuntos más polémicos en el terreno de los terminales de puntos de venta (TPV) son las comisiones de descuento o servicio que los comerciantes han de pagar a los propietarios de estas terminales.
El director financiero de Funcas señaló que en España, al igual que en la mayor parte de los países desarrollados, no se cobran comisiones al consumidor por el uso de las tarjetas en los negocios, sino a los comerciantes.
Las asociaciones de comerciantes sostienen que ese sistema resulta negativo para el comerciante, ya que se ve obligado a compensar las comisiones subiendo los precios de los productos.
Sin embargo, a tenor de principales estudios realizados, estos argumentos no parecen tener un fundamento firme que los sustente, ni desde el punto de vista teórico ni desde el empírico, precisó Carbó.
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2006
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