Según un análisis que ha hecho la OCU de los nuevos precios, la factura anual de un consumidor medio aumentará un 10 por ciento, pasando de 60.483 pesetas a 66.567 pesetas al año.

En un estudio comparativoreciente entre diez países europeos, Estados Unidos, Canadá y Australia, España ocupaba el tercer puesto de las tarifas más caras, sólo precedida de Bélgica y Alemania.

Ahora, tras la entrada en vigor de los nuevos costes, España se situará a la cabeza. Con 66.050 pesetas anuales, la tarifa española supera las 56.757 pesetas de Francia, las 56.211 de Italia, las 51.121 de Canadá o las 33.535 pesetas de Estados Unidos.

En un desglose de la factura, la OCU cifra la subida de la cuota de abono mensul española en un 16,10 por ciento. Teniendo en cuenta la cuota de conexión (el importe por darse de alta), cuyo coste se puede distribuir en cinco años para ver su repercusión en el consumidor, la subida del coste fijo del recibo telefónico es de un 12,5 por ciento.

En la factura-tipo que baraja la OCU, las llamadas urbanas se incrementarán en torno a un 28 por ciento tras la correción de las tarifas introducida en el BOE del pasado martes.

José María Múgica, portavoz de la OCU, anunció que su oranización se ha dirigido a los grupos parlamentarios del Congreso para pedirles que presionan al Gobierno, con el fin de que retire la autorización a Telefónica y no se consumen estas subidas.

CUOTA-PEAJE

En su opinión, el servicio telefónico español quedará todavía "más caro e injusto" que hasta ahora, porque perjudicará más al usuario medio, que es el que utiliza con más mesura el telefóno.

Para la OCU, son cuatro las razones de esta situación: la primera, una tarificación basada en pasos y n en segundos, lo que hace que una llamada de 3 minutos y un segundo cueste lo mismo que una de 5 minutos y 59 segundos.

La segunda razón es la "cuota-peaje" que establece el sistema telefónico español, sea cual sea el tipo de llamada que se realice. El tercer motivo es las cuotas fijas tan elevadas que tiene la factura española, y el cuarto, la existencia de una tarifa reducida con muy pocas horas de uso.

José María Múgica aseguró que se han dirigido al Ministerio de Fomento para pedir, por ejempo, que la tarificación se mida por segundos, y no por pasos como ahora, y la contestación que han recibido por carta del director general de Telecomunicaciones es que ese cambio es imposible, porque entrañaría un "cambio profundo" en todos los servicios telefónicos.

El portavoz de la OCU hizo un llamamiento al Gobierno para que imponga a Telefónica una bajada real y directa del precio global del telefóno, y no permita que la compañía que preside Juan Villalonga haga campañas publicitarias engañosas, cntradas en la bajada de las tarifas internacionales, que no son las que usan la mayoría de los ciudadanos.