El presupuesto del programa "Phare" ascendió en 1990 a unos 65.000 millones de pesetas: 26.000 millones para Polonia, 13.000 millones para Hungría, 6.500 millones para la República Democrática Alemana, 6.500 millones para Yugoslavia, 3.250millones en Bulgaria, 7.800 millones para ayuda humanitaria y alimenticia, y 1.300 millones para ayuda multidisciplinaria.

Este programa tiene por objetivo ayudar a la reconstrucción de la Europa del Este y se puso en marcha con la idea, no realizada, de que una gran parte de esa obra la llevarán a cabo empresas comunitarias de todos los países miembros.

APORTACIONES DIRECTAS

Para España, el problema estriba en que los recursos destinados al programa "Phare" proceden del presupuesto de la CE, adiferencia de lo que ocurre con el Fondo Europeo de Desarrollo (FED), que se nutre de aportaciones directas de los países miembros.

Este factor es determinante, ya que aquellos países cuya tasa de retornos es ínfima (entre ellos España) ven reducida su capacidad de negociación para obtener la adjudicación de más proyectos financiados por este fondo.

No obstante, tampoco la situación del FED es boyante para nuestro país. España es el quinto contribuyente y, sin embargo, ocupa el último lugar como eneficiario de los proyectos financiados (tan sólo un 1 por cien).

Por lo que se refiere al programa "Phare", la tasa de retorno obtenida por España puede empeorar en 1991 si no aumentan sensiblemente las adjudicaciones de proyectos, ya que la aportación española pasará a ser de 8.320 millones, sobre un presupuesto total de 110.500 millones.

Si a la contribución al programa "Phare" le sumamos las aportaciones españolas a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Europeo de Reconstrución y Desarrollo (BERD) y otros organismos europeos, la cantidad aportada por España se elevará a 45.500 millones.