ESPAÑA SIGUE SIENDO EL TERCER PRODUCTOR MUNDIAL DE VINO, CON UN SUPERAVIT COMERCIAL DE 74.000 MILLONES EN 1991
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España mantuvo en 1991 su puesto de tercer productor mundial de vino, con un superávit en la balanza comercial del sector de 74.000 millones de pesetas, un 22 por cien más que en 1991, según datos de la Subdirección General de Comercio Exterior Agroalimentario a lo que tuvo acceso Servimedia.
Estas cifras revelan que España tiene una dinámica exportadora que permite paliar, hasta el momento, los efectos de una crisis internacional en el sector vitivinícola que no presenta síntomas de recuperación, al menos en los próximos tres años.
Las estadísticas oficiales prevén que la producción mundial de vino rondará los 350 millones de hectólitros en 1995, mientras que la demanda seguirá cayendo hasta situarse en unos 270 millones de hectólitros (Hl) en las mismas echas.
En 1991, las exportaciones españolas de vino reportaron al sector unos ingresos de casi 78.000 millones de pesetas, mientras que las importaciones fueron ligeramente superiores a los 3.400 millones.
El año pasado, las bodegas españolas produjeron un total de 32,5 millones de Hl -cantidad que sólo superaron Francia e Italia-, de los que el 70 por cien eran vinos de mesa y el resto V.C.P.R.D., también llamados "de calidad".
Por tipos de vino, el 32 por cien de la producción de mesa erancaldos tintos y rosados, frente a un 68 por cien de blancos. Esta proporción también se mantuvo en los vinos de calidad, con un 38 por cien de la añada nacional de tintos y rosados y un 62 por cien de blancos.
Las razones de la competitividad que sigue teniendo el sector vitivinícola español en el exterior son de carácter interno y también internacional. Según los expertos de Comercio Exterior Agroalimentario, el consumo español de vino por habitante y año está en 37 litros, de los que sólo 7 son de clidad.
Esto indica que gran parte de la producción atiende a las necesidades del mercado doméstico y ofrece resistencia a las importaciones, mientras que los caldos de calidad, de más fácil colocación exterior y mayor valor añadido, encuentran salida en otros países.
Otros dos motivos que contribuyen a estos resultados son la caída de precios interiores y el progresivo desarme arancelario de la CE frente a España.
Por áreas geográficas, la Comunidad Europea representa el 65 por cien de las vntas españolas de vino al extranjero, mientras que importamos de los "doce" el 94 por cien de las compras.
Sin embargo, la balanza con la CE arroja un saldo favorable de 47.500 millones de pesetas, debido a que la producción que se vende en el exterior tiene un valor superior a la que se compra.
Por tipos de vinos, las ventas al exterior de caldos con denominación de origen alcanzó el pasado año los 2,5 millones de hectólitros, más del doble de las exportaciones registradas el año anterior, y lasdel resto de vinos de mesa fueron de 2,4 millones de Hl, un 75 por cien más.
También creció la exportación de licores un 27,7 por cien, para situarse en 937.000 Hl valorados en unos 25.000 millones de pesetas, y la de mosto de uva (20 por cien), con unas ventas totales de 134.000 toneladas.
Sólo el sector exterior de los vinos finos espumosos cayó un 6 por cien, con unas ventas finales en 1991 de 325.000 Hl, lo que se compensó, en parte, con un aumento en el valor de la producción vendida del 6 pr cien.
(SERVIMEDIA)
12 Ago 1992
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