ESPAÑA SIGUE REGISTRANDO LA TASA DE NATALIDAD MAS BAJA DE EUROPA
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España continuó registrando en 1998 el índice de natalidad más bajo de todos los Estados miembros de la Unión Europea, con 1,15 hijos por mujer, mientras que la media de la UE si situó en 1,45 hijos, según un informe elaborado por la oficina estadística europea, Eurostat.
El conjunto de la población de los quince países que forman la Unión creció en 1998 un 0,2 respecto a 1997, situándose en 375.329.400 habitantes. En la zona euro -los Quince menos Grecia, Dinamarca, Suecia y el Reino Unido- la población también aumentó, hasta situarse en 291.381.500 habitantes.
El crecimiento de población registrado en la UE se debe sobre todo al flujo migratorio (461.200 personas), y no tanto al crecimiento natural (el balance entre nacimientos y defunciones representó un aumento de 285.400 personas).
Alemania fue el único Estado miembro donde la población disminuyó n 1998. A pesar de que recibió una migración de 50.800 personas, su crecimiento natural bajó en 70.200, por lo que registró una caída de 19.400 habitantes en su población total.
Las estadísticas del Eurostat también revelan una disminución de la población en la mayoría de los países de Europa Central y Oriental. Entre ellos, Ucrania registró el descenso más importante, con 349.300 personas menos.
Por tasa de natalidad, España repitió su puesto de cola, con un índice muy alejado del que registra Ilanda, país situado a la cabeza, con 1,94 hijos por mujer.
NACIMIENTOS FUERA DEL MATRIMONIO
Los nacimientos fuera del matrimonio siguieron aumentando en todos los países miembros y representan ya el 25% del total de la Unión. Este porcentaje se elevó hasta el 50% en países como Suecia, Estonia y Noruega y al 66% en Islandia. Según Eurostat, este incremento responde a los hábitos de los europeos, que se decantan cada día más por la vida en pareja fuera del matrimonio.
Estos hábitos se reflejarontambién en las estadísticas sobre matrimonio, que continuaron descendiendo en 1998. La tasa media se situó en 5 matrimonios por 1.000 habitantes, cuando en 1980 era de 6,3. A su vez, el número de divorcios registró también un incremento importante, alcanzando la tasa de 1,8 por 1.000 habitantes.
Siguiendo la tendencia de las últimas décadas, la tasa de mortalidad infantil continuó bajando en la Unión Europea, hasta establecerse en el 5,2%. Asimismo, la esperanza de vida siguió creciendo tanto en la Unón como en los países de Europa Central y Oriental. Así, los bebés nacidos en los Estados miembros durante 1998 cuentan con unas expectativas de vida de 80,8 años para las niñas y de 74,5 años para los varones.
(SERVIMEDIA)
20 Ago 1999
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