ESPAÑA SEPTUPLICO SU DEFICIT COMERCIAL CON LA CE DESDE LA ADHESION EN 1986 HASTA 1992
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El déficit comercial de España con los demás países de la CE pasó de 205.654 millones de pesetas en 1986, el año de la adhesión a la Comunidad, a 1,49 billones de pesetas en 1992, siete veces más, según un estudio difundido por el Departamento de Aduanas del Ministerio de Economía.
En ese mismo periodo, el saldo comercial total se triplicó, al elevarse desde 1,14 a 3,6 billones de pesetas, lo que pone de manifiesto que los socios comunitarios fueron los grandes beneficiarios dl fuerte incremento de las importaciones.
Entre 1986 y 1989, el aumento del déficit podía achacarse al mayor crecimiento económico español en relación a los socios comunitarios, pero entre 1990 y 1992 se puso de manifiesto que la razón de fondo era la falta de competitividad.
El deterioro comercial afectó a las relaciones de España con casi todas las grandes áreas económicas del mundo, y resultó especialmente acusado, tras la CE, el registrado con Asia y los países del Pacífico. El saldo negativopasó de 284.590 millones de pesetas en 1986 a 831.956 millones en 1992.
También empeoró con los países de la EFTA. Con ellos España todavía mantenía una balanza favorable en 1984, que se convirtió en negativa en 1986 por un importe de 75.181 millones de pesetas y por tres veces más, 220.300 millones, el año pasado.
El déficit creció con la ex Unión Soviética y los países del Este, al pasar de un superávit de 457 millones en 1986 a un saldo negativo de 67.700 millones en 1992; con América del Nort, de 115.806 a 463.232 millones; y con el Norte de Africa, de 105.100 a 148.772 millones.
Sólo mejoró la balanza comercial respecto a América Latina, al reducirse el déficit de 151.634 a 129.819 millones de pesetas, y con Oriente Medio, al descender de 151.444 a 60.051 millones.
LA UNICA SALIDA
Según los expertos de Economía, "la única salida posible pasa por una mejora de la productividad de nuestras empresas y por la necesidad de asumir la conquista y defensa de las cuotas de mercado como unacuestión vital".
"Sólo bajo estos supuestos", opinan, "se conseguirá equilibrar nuestra maltrecha balanza y sentar las bases para conseguir un crecimiento estable y duradero. De lo contrario, podrían peligrar nuestros deseos de formar parte de un espacio económico mucho más integrado".
A este respecto, el estudio es terminante al señalar que la balanza de pagos atraviesa "una situación crítica, que sólo podrá resolverse si el país es capaz de competir con eficacia en los mercados internacionales"
El informe señala que la notable mejoría del déficit en los primeros meses de 1993 no es consecuencia de un mejor comportamiento de la economía española, sino de la debilidad de la demanda interna y las devaluaciones de la peseta.
"En todo caso", señalan los autores del estudio, "la mejora apuntada en nuestra relación comercial no alivia la oscura perspectiva que se vislumbra en un futuro inmediato".
Los ingresos por turismo, que tradicionalmente compensaban el saldo comercial negativo, resltan insuficientes hasta el punto de que en 1992, "por primera vez en muchos años" la inversión extranjera a largo plazo no bastó para financiar el déficit corriente.
Según el informe, la entrada en vigor de la liberalización de movimientos de capitales, el 1 de febrero de 1992, provocó una afluencia de divisas que permitió cerrar con superávit la balanza básica.
Sin embargo, "dicho resultado favorable es sólo aparente, ya que no se debe a un buen funcionamiento de la economía, sino a un mayor eneudamiento de nuestras empresas en el exterior", que alcanzó los 61.121 millones de dólares a finales del 92, lo que supuso un aumento del 36,1 por ciento a lo largo del ejercicio.
(SERVIMEDIA)
14 Jul 1993
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