De acuerdo con el llamado Procolo sobre Armas Cegadoras, los países firmantes se comprometen a no utilizar "armas láser específicamente concebidas, como única o una más de sus funciones de combate, para causar ceguera permanente a la vista o amplificada, es decir, al ojo descubierto o al ojo provisto de dispositivos correctores de la vista".

España, como el resto de países firmantes, se compromete a "no transferir armas de esta índole a ningún Estado ni a ninguna entidad no estatal".

Asimismo, en el protocolo adicional suscrito los países se comprometen a "adoptar todas las precauciones que sean viables para evitar el riesgo de ocasionar ceguera permanente a la vista no amplificada".

No obstante, en el artículo 3 del acuerdo s especifica que "la ceguera como efecto fortuito o secundario del empleo legítimo con fines militares de sistema láser, incluido el empleo de sistemas láser utilizados contra equipo óptico, no está comprendida en la prohibición".

Los países que han suscrito este protocolo son, además de España, Alemania, Australia, Cabo Verde, Camboya, Canadá, Dinamarca, Filipinas, Finlandia, Grecia, Hungría, Irlanda, Japón, Liechtenstein, Nueva Zelanda, Panamá, Perú, Santa Sede, Suecia y Uzbekistán.

Por contra, ntre los países que no se adhieren a estas premisas de prevención, y que son considerados potencias militares de primer orden, destacan Estados Unidos, Federación Rusa, Francia, Italia o China.